Dentro de un Programa de Entrenamiento en Actividades Instrumentales podemos incluir, en caso de tener acceso, la actividad: Ordenar el armario.
Conseguimos de esta forma, a través de la actividad, trabajar: atención sostenida, orientación y, dentro de las funciones ejecutivas, la planificación, la toma de decisiones no automáticas, la detección de errores y respuestas nuevas….entre otras.
El orden que las personas con las que trabajamos mantienen o no dentro de su espacio personal puede darnos muchas pistas sobre su nivel real de desempeño y ejecución en la vida diaria, así cómo la percepción que tienen del mismo.
No existe un orden único para realizar esta actividad, pero sí que hay unas normas básicas para que se lleve a cabo de forma más adecuada.
Podéis empezar con una pequeña introducción con recomendaciones generales para ordenar armarios enmarcado dentro de un Programa, como hemos dicho, de entrenamiento en actividades instrumentales para la vida diaria.
En algunos casos observaréis cómo las personas consideran que su armario está ordenado, pero al abrirlo os encontraréis el armario como un “cajón de sastre”. En estos casos sería necesario negociar con la persona un orden ideal y hacerle ver la importancia de mantener las prendas colocadas, explicándoles el por qué de cada propuesta.
Hay que insistir en que no sólo es ordenarlo, hay que mantenerlo en el tiempo y acostumbrarnos a modificar hábitos mal establecidos.
Esta actividad incluye en líneas generales:
-Conocer las opciones de orden en armarios.
-Determinar los fallos en el orden y hacer propuestas de cambios pactadas con la persona.
-Enseñar a doblar camisetas, pantalones y jerseys.
-Aprender qué prenda de ropa es mejor colgar y qué prenda es mejor dejar doblada.
-Proponer actividades más sencillas para un determinado día, por ejemplo : “Tienes que ordenar este cajón de ropa interior para la semana que viene”.