Este año os pido muchas cosas. Me gustaría que cuando alguien me pregunte qué estudio o qué hago y le diga que soy terapeuta ocupacional, ponga cara de saber de qué le hablo y me conteste con un: “admiro tu trabajo”. Me gustaría también que, cuando en una reunión se hable de funcionalidad en la vida diaria, todo el mundo me mire a la vez y sepa que me toca hablar a mí. También quisiera que se cuente con más terapeutas ocupacionales en la Sanidad Pública, ya que me parece que se están olvidando un poquito de todo lo que podemos hacer en Hospitales, colegios y Ayuntamientos. Os pido trabajos con contratos donde ponga Terapeuta Ocupacional y con un sueldo digno en el sector privado que recompense el esfuerzo de nuestra formación continuada. Me gustaría también que nadie encasillara la terapia ocupacional en algo concreto y que las personas, de repente, conocieran todos los campos en los que trabajamos. Puestos a pedir, os pido que la gente deje de pensar que sólo entretenemos y que nos pagan por divertirnos, me gustaría que pensaran que somos grandes profesionales haciendo buenas programaciones o entrenamientos y que, pese a todo, siempre tenemos una sonrisa.
Para terminar, os pido fuerza y paciencia para luchar por todo esto; para, si me equivoco, hacerlo rápido y darme cuenta; para creer en las personas que voy a conocer en mis tratamientos y no olvidar que el mérito del verdadero progreso está en ellos mismos; para ser humilde siempre y nunca olvidar que nadie es más que nadie; para ser capaz de ponerme siempre en el lugar del otro sin juzgar ni opinar; para establecer relaciones terapéuticas más transparentes que enseñen a identificar que yo también siento y, de ésta forma, conseguir que ell@s sientan; para reconocer mis virtudes y mis defectos, mis aciertos y mis fallos y nunca rendirme en la búsqueda de la capacidad del que confía en mí como su terapeuta.
Fdo: ocupaCreando