Mes: agosto 2023
Por fin
Esta trilogia de post (que podría llamarse tripostia ahora que lo pienso) sobre los «porfines» tenía que tener alguna sorpresa final.
RELATOS DE UNA TERAPEUTA OCUPACIONAL.
¡Ya está en imprenta!
Y la imagen que puedes ver en este post no es aleatoria porque forma parte de su portada.
¡Tendréis noticias muy pronto por aquí!
¿Por fin…?
Parece ser, que cuando miras el paisaje que te ofrecen esos lugares cuando los alcanzas…descubres que al lado existen otros, otros, que parecen mucho más interesantes y , por supuesto, también te gustaría visitar. Y así es como el mero hecho de saber que existen te ha generado ya una necesidad de desear contemplarlo.
Creo que una nunca deja de querer ver paisajes nuevos, como cuando te vas de viaje y cada día visitas un lugar que te parece aún más bonito que el que viste ayer y, el de ayer, tambien era más bonito que el de antes de ayer.
Por eso pienso que los «por fines» son relativos.
Los por fines son lugares cómodos donde hacer un stop como si fueras a un spa pero en lugar de remojar tu cuerpo serrano en agua y cloro te bañas con regocijo de logro abundante. Una se siente bien dentro de un «por fin» no te lo voy a negar.
Te sientes la p… ama.
Pero no suelen durar tanto como nos gustaría y ser consciente de ello no nos hace más vulnerables ni pesimistas, al revés. Nos hace más realistas que, quizá, es a lo que deberíamos aspirar como humanidad para no dejarnos llevar por las olas artificiales que nos fabrican para poder surfear.
Considerar ser más realista que optimista me separa un poco de la filosofía que siempre he tenido.
¿Que le habrá pasado a esta pobre muchacha para pensar así con lo Happy flower y lo felisa que era?
A ver, esto no es de ahora, que lo de leer a Stephen King con trece años, escribir poemas melancólicos en el instituto y usar dibujos de gotas de sangre en mis ilustraciones a lápiz de plástica no era solo una etapa, sino más bien una parte de mi ser que se expresaba así y que, aunque me agrade menos, de alguna forma existe.
No, no me he convertido en Carrie, aunque, no te lo niego, he fantaseado con hacerlo más de una vez estos meses. La ira se ha apoderado de mi más allá de lo esperado normativamente hablando, pero bueno, aún no puedo mover cosas con la mente y eso me alivia bastante…
Continuará…
¿Por fin?
No me pongo a pensar desde hace tiempo, o quizá, si lo hago, no consigo desenredarme sin hacer uso de la escritura así que: aquí estoy de nuevo.
Te puedo contar que me siento como si tuviera dentro la cinta de un casete enrollada sobre si misma en una espiral infinita.
A casi tres años de mi plaza y más de dos de mi maternidad ya puedo decir que nada de lo que planifiqué ha salido como esperaba.
Ea.
Es lo que hay.
Es curioso como hace un tiempo me gustaba que me pasasen sucesos random sorprendentes y extravagantes y, sin embargo, a la vida le voy ya exigiendo un poco más de calma y serenidad en pretensiones.
Por favor, si me tienes que dar sorpresas que sean de fiesta o de viajes…jope, que poco me gusta la improvisación.
Vale, algunas cosas han ido peor de lo esperado y otras han ido mejor de lo esperado.
Dejémoslo ahí.
Continuo navegando sobre mi madera de incertidumbre a la que se ve que me sujete como una lapa porque nadie me despega de ella. Eso sí, espero que sea más grande que la que tenían en la película Titanic aquellos dos, porque si no, voy lista.
Las metas están demasiado valoradas para lo que son.
Que se perfectamente cuál es la sensación de ese placentero escalofrío al decir:
– «Ya lo tengo, ¡por fin!» y sentirte, de repente como una jefaza caminando en bragas y con el rimel corrido, pero dándote igual, sola por tu casa…
Pero, cuidado con ese «por fin» porque tiene muchos matices…
Nunca hay un «por fin» definitivo pero no puedo explicar todo en el espacio que me deja Instagram así que…si quieres continuar leyendo mis turras, habrá otros dos post con lo que me salga de dentro.
Dos más porque tengo que publicar de tres en tres para cumplir con mi patrón obsesivo de pensamiento y que quede todo vistoso en mi feed de instagram.
Hay que ver cuánta tontuna tengo dentro…
Continuará…
Perfección ocupacional
Cuando la exigencia en nuestras ocupaciones duele deberíamos plantearnos estas cuestiones para ser conscientes de hasta qué punto nuestro propio deseo de perfección ante lo que esperamos de nostr@s o lo que pensamos que el resto de personas espera nos puede llevar a extremos que perjudican nuestra salud mental
Priorizar
Cuidado con sobrepensar mezclando todo.
Alguna vez has pensado que quizá no todo lo que haces en el día tiene la misma importancia porque no está tan conectado a tus valores o tu identidad. Estaría genial organizar nuestro entramado ocupacional y ser más conscientes de que aspectos son verdaderamente importantes para poner el foco en ellos. De esta forma las ocupaciones secundarias ocuparían menos espacio en nuestro ya muy saturado imaginario mental . Pon el foco en lo que te identifique verdaderamente. El resto, puede esperar, pero tú salud mental NO. Línea temporal ocupacional
¿Te has parado a pensar alguna vez qué ocupaciones han formado parte de ti en tu vida?A través de nuestro hacer hemos ido explorando diferentes emociones.Sería interesante echar la vista atrás y dar un paseo por nuestra historia ocupacional para ser conscientes de todo lo que hemos llegado a ser a través del tiempo.Para facilitar el aumento de esta especie de consciencia ocupacional podríamos hacer una línea temporal con ocupaciones y las emociones que nos han generado.Esta herramienta puede:Ayudarnos a comprendernos mejor como seres ocupacionales.Hacer que retomemos, mantengamos o abandonemos determinadas rutinas y/o hábitos presentes.¿Te ha parecido interesante?
Te leo en comentarios.